U.D.Almansa; Entre todos la mataron y ella sola se murio

La afición tiene la última palabra.

El jueves ha sido uno de los días más convulso y difícil de todos cuantos se recuerdan en la historia de la U.D.Almansa. Una historia que ha cumplido veinte años y que, si no lo remedia nadie en las próximas horas, parece condenada a terminar estos días. Los acontecimientos se precipitan y en un mismo día se han ido solapando las noticias una tras otra. Por la mañana el Presidente del Club, Gonzalo Pérez, recibía la dimisión del Secretario Técnico y Entrenador del Juvenil Nacional, Francisco Navalón. Una dimisión que, como sucediera con la del Presidente, se producía como consecuencia de las múltiples criticas que Navalón ha recibido. Cansado de ellas, el hasta ese momento Secretario Técnico de la U.D.Almansa, decidía salir del proyecto.

Por otro lado, un grupo de aficionados, que en su día también fueron directivos del Club almanseño, se reunían para conocer cual seria la disposición de todos si se decidiera entrar a formar parte de una nueva Directiva. El Presidente de la U.D.Almansa necesita el apoyo de algunos de estos almanseños para intentar sacar adelante el proyecto. Conseguir un número próximo a los 500 abonados es fundamental para dar viabilidad al equipo. Y este grupo de aficionados podría conseguir acercarse a esas cifras. Todos ellos han sido directivos en otras etapas y han demostrado ser capaces de hacer entre 50 y 80 abonos cada uno.

En esta reunión todo el mundo se mostró dispuesto a colaborar con la venta de abonos, pero casi nadie quiso implicarse más allá. En la Junta hace falta gente dispuesta a sacrificar algo de su tiempo para trabajar por el Club. No se trata tan solo de hacer abonos, además hay que implicarse y llegar una hora antes de cada partido, preparar picnics para los viajes, no solo del primer equipo, también de los juveniles, llevar la contabilidad y quedarse trabajando una hora mas cuando finalicen los encuentros, precisamente para todo este trabajo de la contabilidad, además de otras muchas labores relacionadas con el día a día de una entidad de esta índole. Un esfuerzo que, desgraciadamente no todo el mundo está dispuesto a realizar. Sin duda la deuda que el Almansa arrastra, también tiene mucho que ver con la negativa de estos aficionados a la hora de entrar en el organigrama de la Junta. Aun cuando desconocemos la cantidad exacta, si parece claro que se trata de un montante importante. De tal forma, que hasta los más ilusionados con formar parte de una nueva Directiva fuerte y numerosa, vieron truncadas sus expectativas y salieron de esa reunión con la sensación de haber sido derrotados.

Poco antes de escribir estas líneas, Gonzalo Pérez, a pesar del disgusto que le producía la dimisión de Navalón, se mostraba esperanzado con el proyecto, pensando que los aficionados almanseños reunidos con el fin de unirse a la Directiva, estarían dispuestos a ello. El varapalo llegaba pasada la media noche, cuando finalizada la reunión, el Presidente recibía la llamada de uno de los interesados para comunicarle que las cosas no habían salido como se esperaba. El nuevo Presidente tenía previsto convocar una rueda de prensa para el viernes por la tarde y en ella dar a conocer la nueva composición de la Junta. Sin embargo ahora habrá que esperar para saber cual es la decisión final. A estas horas, Gonzalo Pérez consulta con la almohada si seguir o no con un proyecto que, sin la ayuda de los almanseños, está muerto.

Aficionados de la U.D.Almansa, no queda más tiempo. Si realmente queremos seguir disfrutando del futbol en esta ciudad, todos tenemos que dar un paso al frente y cada uno como pueda, pero todos tenemos que implicarnos para impedir la desaparición de un Club que nos ha estado dando alegrías durante muchos años. No hace falta tener dinero para trabajar por tu equipo de futbol. Lo que se necesita es tener ganas de hacerlo. La U.D.Almansa se va a morir a menos que todos nos pongamos a donar nuestra sangre a modo de trabajo por el equipo. En la rueda de prensa del martes, el nuevo Presidente dijo que el objetivo era salvar al Almansa. Esta declaración de intenciones cobra más carta de naturaleza que nunca y si hoy mismo nadie hace nada, entre todos habremos firmado la defunción del equipo de futbol de nuestra ciudad. De ese equipo de futbol que todos decimos que es tan nuestro. Y esto no será solo culpa de la Directiva de la temporada anterior; si no somos capaces de esforzarnos un poco por esos chavales que, sin cobrar lo dieron todo por el Almansa, todos vamos a ser cómplices. Hay una esperanza; que todos los que quieren al Almansa se pongan el mono de trabajo y estén dispuestos a aportar, no dinero, aunque no vendría mal, pero si tiempo y trabajo. De no ser así: “Entre todos la mataron y ella sola se murió”.

Juan Carlos Mena/balonparado.es

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